Podemos hacer mucho con solo un poco de agua
El agua es muy preciada para el ecosistema del río Colorado
Es refrescante remojarse los pies en un arroyo alimentado por el deshielo primaveral, pero ¿qué sientes cuando abres la llave del agua para enjuagar la jarra del café por las mañanas? ¿Casi nada? No debería ser así, pero muchos de nosotros tenemos que hacer un esfuerzo consciente para darnos cuenta de que el agua que utilizamos todos los días, es gracias al río Colorado.
Más de 40 millones de personas dependen de este río, cifra equivalente al doble de la población de la zona metropolitana de la ciudad de Nueva York. Después de que la bebemos, irrigamos nuestras cosechas, lavamos nuestra ropa y la usamos en la industria, queda una cantidad de agua extraordinariamente pequeña para el medioambiente, particularmente al final del río. El delta, que alguna vez fue un sólido ecosistema, un muro de árboles, un laberinto de lagunas y hogar de muchos, se encontraba amenazado. Durante décadas fue como una planta abandonada en una oficina durante la pandemia: seco y frágil.
Lentamente está recuperando su verdor. Luego de compartir tan solo un poco de agua con el ecosistema, puedes ver los resultados: la naturaleza y las personas florecen.
Gatos monteses, coyotes, mapaches y zorrillos abrevan en el río. Encuentran refugio en el bosque ribereño más grande y denso a lo largo del río Colorado en México.
La restauración que tiene lugar a lo largo del delta del río Colorado en México es increíble
Hemos restaurado cerca de 250 de un total de 400 hectáreas, a través de una coalición llamada Raise the River (Revive el río), conformada por organizaciones que trabajan juntas a lo largo del río Colorado en México. Personas como tu, que aman la naturaleza y se sienten motivadas para marcar la diferencia, se han ofrecido como voluntarias para plantar más de 170,000 álamos y sauces nativos en sitios de restauración del Valle de Mexicali y debido a esto, hemos observado el retorno de muchas especies de animales.
Hay castores viviendo en nuestro sitio de restauración de Laguna Grande. Gatos monteses, coyotes, mapaches y zorrillos abrevan en el río. Encuentran refugio en el bosque ribereño más grande y denso a lo largo del río Colorado en México. Y cada año, miles de aves descansan ahí durante su migración.
La experimentación genera innovación
Nuestros científicos han aprendido cómo lograr un mayor impacto a partir de pequeñas cantidades de agua para restaurar el delta del río Colorado. Al inicio de la restauración plantamos especies de árboles ribereños en surcos. El resultado son árboles que crecen en hileras parejas, todos de la misma estatura, como un vivero de árboles. Sin embargo, la experimentación con la siembra directa de semillas de árboles nativos incrementa la diversidad y la resiliencia del hábitat, y ahora se utilizan ambas técnicas.
A lo largo de los años hemos refinado la manera en la que irrigamos los sitios de restauración; experimentar a pequeña escala nos ha enseñado cuáles son los mejores métodos para implementar en cientos de nuevas hectáreas cada año. Por ejemplo, haciendo uso de las características naturales del paisaje tales como meandros y lagunas, ayudamos a que el agua llegue a las plantas jóvenes y a que se eleve el manto freático, con el fin de mantener una variedad de especies vegetales.
Para finales de 2021 se habrán restaurado más de 32 nuevas hectáreas (alrededor de 23 campos de fútbol soccer), y se habrán plantado más de 7,000 árboles; todo esto usando pequeñas cantidades de agua eficazmente.
Restaurar el estuario
La restauración del delta no solo son árboles y castores. La asignación de más agua al medioambiente permite que el agua dulce fluya al estuario, en donde el río se encuentra con el mar, y donde prosperan el pasto salado, cangrejos violinistas, aves de marisma e incluso delfines y lobos marinos.
La colaboración entre EE. UU. y México y entre todos los usuarios del agua del río Colorado, es necesaria.
No podemos hacerlo solos
La colaboración entre EE. UU. y México y entre todos los usuarios del agua del río Colorado, es necesaria. Las decisiones deben ser incluyentes en todos los niveles. Las perspectivas de comunidades indígenas, comunidades culturalmente diversas, comunidades rurales y agrícolas, aportan profundos conocimientos y comprensión al proceso de decisión sobre cómo compartir el agua. Las organizaciones sin fines de lucro también deben trabajar en colaboración para hacer frente a un proyecto tan grande como lo es devolver la vida al delta del río Colorado. Es por eso que formamos parte de Raise the River, porque podemos lograr mucho más trabajando juntos.
Durante esta primavera y verano compartiremos importantes actualizaciones sobre la restauración del delta y las personas que lo hacen posible, para que cada vez que llenes tu vaso de agua, te sea más fácil imaginar un río Colorado resiliente. ¡Asegúrate de seguirnos en redes sociales para conocer cómo!
Mensaje del blog de Corinne Matesich, Gerente de Comunicaciones de Mercadotecnia y Gabriela González, Coordinadora de Educación Ambiental e Investigación
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